Resulta que el fabricante sueco de coches Volvo diseñó un flamante y fastuoso "sistema anticolisiones" para su nuevo modelo S60. El sistema se basa en una combinación de sensores y software que se supone que detectan cualquier obstáculo y frenan el coche automáticamente para evitar el choque.
Para demostrar su buen funcionamiento, delante de un nutrido grupo de periodistas de medio mundo lanzaron un coche a 35 kilómetros por hora hacia un trailer que hacía de obstáculo. Esto es lo que pasó:
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