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Comodín de la semana: no dejan jugar a un futbolista... por barbudo

Ya que esta semana no vamos a tener programa (no porque no queramos, sino porque el Centro Cívico La Alhóndiga de Getafe, donde están los estudios centrales de Radio Ritmo, tendrá sus puertas cerradas este viernes con la excusa de que es Santo), no nos queda más remedio que contaros las noticias más destacadas de la semana no por las ondas, sino a través del blog.

Y lo más destacado del mundo del deporte nos viene ni más ni menos que desde ese gran país que es Tayikistán. Allí, en la ciudad de Vahdat, hay un equipo de fútbol, que (paradójicamente) se llama Jair. Es uno de los más fuertes del país, y este año va muy bien en su liga: de seis partidos ha ganado cinco. Una de sus principales estrellas es Parviz Tursúnov, centrocampista muy polivalente... y musulmán ortodoxo y muy devoto.

Precisamente su religión le está creando problemas: por un problema de fe está ahora mismo apartado del equipo. Y es que Tursúnov, siguiendo al pie de la letra las doctrinas de Mahoma, se ha dejado barba. Pero no una barba cualquiera, la foto que hemos encontrado es ya de hace unos años: es tan larga y tupida que le cubre buena parte del pecho.


No hay ninguna norma en el reglamento del fútbol; el problema está con el Ministerio del Interior tayiko, que lanzó una campaña el año pasado para que los hombres evitaran el exceso de vello facial. Tayikistán tiene grandes lazos culturales con Irán y las organizaciones fundamentalistas abundan; las autoridades creen que, en muchos casos, los hombres muy barbudos pretenden ocultar su rostro para que no se les identifique como miembros de alguno de estos grupos.

Tursúnov ya ha dicho que se niega a afeitarse. En declaraciones recogidas por el Marca, sostiene que "el fútbol es algo mundano y nosotros debemos pensar en la eternidad. Llevar barba es uno de los mandatos del profeta Mahoma". Pero el entrenador del equipo, aunque lo lamenta porque sin Parviz la calidad del equipo baja, es inflexible: "Mientras no solucione el problema creado por su barba, su presencia repercute negativamente en el juego del equipo".

¿Quién acabará imponiendo su criterio? ¿El Ministerio? ¿El entrenador? ¿El jugador? ¿El barbero? Estaremos pendientes de la información que nos llegue de Tayikistán...

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